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Ernest Hemingway se considera todo un símbolo de San Fermín por las crónicas que realizó sobre sus fiestas, pero su visita al norte de España estuvo motivada por la búsqueda de ríos en los que pescar, atraído por la riqueza en este aspecto que tenía el Pirineo. Si los pamplonicas han conseguido utilizar al premio Nobel como reclamo turístico, ¿por qué no se puede aprovechar su figura también para atraer a visitantes a las aguas pirenaicas? Esta pregunta la plantea Adrián Satué, experto en pesca, que está haciendo un estudio a modo de hoja de ruta para que el departamento de Promoción Turística de Aragón pueda explotar los recursos que ofrecen sus aguas.

De hecho, trabaja junto a otro socio en la organización de viajes internacionales con el Pirineo como destino, con el fin de disfrutar de la pesca, a través de su empresa Pyrenees Fly Fishing. También promovieron el distintivo 'Angler Friendly' para señalar aquellos establecimientos hoteleros adecuados para visitantes aficionados a la pesca.

Estados Unidos, Canadá o Australia integran la procedencia de esos turistas que buscan ya no solo la opción de capturar la trucha conocida como franjeada o zebra, -que solo puede encontrarse en la zona del arco mediterráneo-, sino también el clima español, la riqueza de los paisajes de montaña y el gran potencial gastronómico. "Se trata de un turismo con un poder adquisitivo elevado, bien que llega expresamente para pescar, o que aprovecha varios días de alguna ruta por el país para visitarnos. Esto contribuye a desestacionalizar la afluencia de visitantes al Pirineo y redunda en la actividad económica de la zona", apunta Satué.

Y es que, si en algo insiste, es en que lejos de afectar al entorno, este tipo de turismo resulta favorable para su desarrollo y protección. "En una visita a Chile, un guía de allí me dijo que no se conservan los ríos verdaderamente hasta que su protección puede redundar en las economías locales, y creo que tiene toda la razón. Es en el momento en el que se genera una actividad paralela en torno a un recurso, es cuando lo protegemos, cuidamos y nos preocupamos por su población", comenta, y destaca que en su caso siempre se fomenta una pesca sin muerte.

El Gobierno de Aragón se ha movido en los últimos años de manera acertada en este aspecto, señala el joven, pero se ha notado más en lo que se refiere a las aguas ciprinícolas, de lagos y embalses. "Vemos como hay visitantes que llegan desde el centro de Europa para pescar en Mequinenza, en busca de las especies trofeo que allí habitan, desde grandes percas, siluros, lucios...", destaca Satué  y pone como ejemplo la actividad económica que esto genera en poblaciones como Caspe o Mequinenza. "Se ha convertido en un reclamo mundial, de hecho uno de los capítulos del programa Monstruos de Río, del canal Discovery, se grabó allí, y eso supone un escaparate enorme para el territorio", añade, por lo que apunta lo positivo que podría ser extender la práctica también a los ríos del Pirineo, aunque se trate de un tipo de pesca totalmente diferente.

En su caso, su afición por la pesca le llevó hace unos años a abrir el blog www.o2natos.com, que le ha permitido conocer otros puntos del mundo, en los que se quería promocionar su práctica. "Estuvimos en Chile invitados por su área de Turismo, con el fin de poder mostrar a nuestros seguidores las opciones que presentaba", explica. Islandia ha sido otro de sus destinos. Y a la hora de comparar, destaca que en España se trata de una práctica mucho más "agradable". "No hay penurias. Nada de pescar con mucho frío ni bajo la lluvia. Nuestras buenas temperaturas son un reclamo enorme", destaca.

De hecho, aunque la temporada de pesca se sitúa entre el mes de marzo y el de octubre, explica que repoblando determinadas zonas, denominadas intensivas, se podría incluso potenciar la pesca y el consiguiente turismo derivado de ella incluso durante todo el año.