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El 77 por ciento de los municipios de Castilla y León no disponen de una sucursal bancaria, una cifra que en el ámbito nacional se calcula en el cincuenta por ciento, según el informe expuesto hoy por representantes de la Federación Fuerza Independencia Empleo (Fine).

Esta organización, sindicato independiente más grande del sector financiero, con novecientos delegados que representan a 30.000 afiliados, ha dado a conocer hoy en Valladolid el I Estudio "Empleo Postcrisis en la Banca Española", que refleja los ajustes de personal en el sector y desecha el argumento de necesidad de los clientes de digitalización bancaria.

El autor del estudio, José Manuel García Diego, ha situado el informe en la caída del empleo en la banca española desde 2008, cuando comenzó la crisis económica, hasta 2016, con datos recopilados de registros públicos.

Ha considerado que en 2008 se primaba el concepto de sostenibilidad, sobre todo en las Cajas de Ahorro, se garantizaba la accesibilidad de los clientes y la no exclusión financiera.

Ahora, el 77 por ciento de los municipios de la Comunidad castellanoleonesa no dispone de oficina bancaria, una situación agravada con el tiempo, ya que en 2008 las Cajas representaban más de 2.000 millones de euros de retorno a la sociedad, pero se dio un salto atrás de "35 años", con la vuelta al "capitalismo salvaje" y el objetivo sólo de la rentabilidad, sin tener en cuenta la sociedad ni los trabajadores.

Ha asegurado en este sentido que los empleados comenzaron a incrementar sus jornadas y aumentó de manera "importante" el absentismo, con relaciones laborales que se judicializaron y sobre todo con despidos generalizados, unos 85.000.

García ha insistido en la "reducción drástica" en términos de obra social, con 2.000 millones de euros que ya no retornan y con una judicialización que también llegó a los clientes, en casos como las preferentes.

El experto ha rechazado que el problema radique en la expansión financiera que se dio por el "ladrillo" y ha argumentado que se crearon 30.000 empleos con este sector y se destruyeron 85.000, 55.000 más de los que surgieron en España.

En cuanto a las oficinas bancarias, ha manifestado que se crearon 8.000 pero se han destruido 17.500, y sobre la recuperación de las cifras de negocio la ha atribuido al aumento de la productividad -millones de negocio gestionados por empleado- de los trabajadores.

Para García, el aumento de la productividad incluye alargar las jornadas y no cobrar más por ello, de forma generalizada, una situación que conlleva una "presión empresarial", el "miedo a ser despedido" y que deriva además en absentismo laboral, ya que "la gente se rompe".

Al evaluar el número de trabajadores por cada 10.000 habitantes en el sistema financiero español y la zona euro ha proporcionado datos de 2015 y ha citado que en España este sector daba trabajo a 43,5 personas por cada 10.000 habitantes, mientras en Europa la cifra se calculó en 58,8.

Ha desechado el que el cierre de oficinas y los despidos tengan que ver con la banca digital o los servicios financieros vía Internet y ha argumentado en este sentido que la banca digital no tiene la suficiente entidad ni ahora ni a corto plazo para justificar esas clausuras.

El autor del estudio ha ofrecido datos de 2016 y ha dicho que las compras por Internet se llevan a cabo sobre todo para viajes, billetes de tren o avión y sólo una cosa se compra menos que los productos bancarios mediante el sistema informático, los medicamentos.

"Todos hemos perdido con la crisis bancaria" menos los accionistas, ha opinado García. EFE