REDR

El pasado jueves 17 de marzo de 2011 se llevó a cabo en la sede del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino la presentación de tres proyectos de cooperación interterritorial y de otros tantos proyectos piloto liderados por grupos de acción local asociados a la REDR. El acto contó con la presencia del presidente de la REDR, Aurelio García Bermúdez

Uno de esos proyectos es el denominado "Agropaisajes Insulares", coordinado por el grupo de desarrollo rural de Eivissa y Formentera, y en el que participan también los grupos de desarrollo rural de La Gomera y La Palma. Se intentó contar con la participación de grupos de Malta y Portugal, si bien finalmente, por problemas de coordinación, no llegaron a incorporarse.

El proyecto, que cuenta con una subvención del MARM de 500.000 euros, pretende mantener y proteger el paisaje rural de interés junto con las prácticas tradicionales sostenibles asociadas al mismo, así como disminuir la erosión, impedir la pérdida de biodiversidad y evitar el proceso de abandono de la tierra.

El coordinador de este proyecto es el grupo de Eivissa y Formentera, cuyo gerente, Pep Martínez,  explica que se trata de un proyecto que nació de la necesidad de la definición del Contrato Territorial de Explotación en este territorio de las Islas Baleares. "Vivimos en una zona donde la base de la economía es el turismo, y el abandono de las prácticas agrarias tradicionales amenazan el mantenimiento del paisaje rural, parte fundamental del atractivo del territorio. Por otro lado, las ayudas diseñadas a nivel regional no tienen a veces en cuenta que en Ibiza y Formentera existe una realidad distinta", explica Martínez.

"Ante este contexto y necesidades, nos pusimos en contacto con grupos de otras islas pequeñas para invitarlos a participar en este proyecto, que tiene el objetivo de experimentar acciones dirigidas a mantener el paisaje agrario tradicional que está abandonado o en proceso de serlo a causa de la pérdida de rentabilidad de los cultivos. Ahí es donde nació Agropaisajes Insulares, del que formamos parte Ibiza y  Formetera (en Baleares) y La Palma y La Gomera (en Canarias).

A lo largo del primer año del proyecto, cada uno de los grupos ha llevado a cabo un diagnóstico en su territorio, para lo que se ha contado con el asesoramiento de técnicos especializados. La fase de diagnóstico ha sido rematada con la elección de fincas donde se calcularán los costes de mantenimiento de los cultivos tradicionales, el potencial de remuneración del mercado a través de la venta de las cosechas, y el diferencial de costes no cubiertos por las ventas, que tendrían que remunerarse por la sociedad a través de ayudas u otros mecanismos de compensación. Estas compensaciones están justificadas por los servicios públicos (no remunerados por el mercado) que genera el mantenimiento de los cultivos tradicionales. Estos bienes públicos son fundamentalmente un paisaje de calidad y la disminución de los riesgos de incendios forestales y erosión del suelo.

"Cada uno de los tres socios ha elegido un tipo de actividad agraria característica o merecedora de ser puesta en valor en sus territorios -explica Pep Martínez-. Así, ADER La Palma se ha decantado por el cultivo del almendro, La Gomera por los bancales de regadío y Eivissa y Formentera por el cultivo en secano. A partir de ahora, los técnicos de los grupos realizarán un seguimiento de las explotaciones para definir mecanismos adecuados de mantenimiento de los cultivos".