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Artículo de Susana Pérez Morláns, publicado en elPeriódico de Aragón.

La despoblación sigue siendo uno de los principales problemas a los que se enfrenta Aragón. Sin embargo, comienza a haber un resquicio de optimismo. En el 2018, la comunidad autónoma ganó 7.659 habitantes respecto al año anterior, tras llevar seis años perdiendo población. En concreto, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, 2.905 habitantes en el 2017, 2.531 en el 2016, 7.832 en el 2015, 4.898 en el 2014, 7.007 en el 2013, 5.482 en el 2012 y 606 en el 2011. Con estas cifras, el comisionado para la lucha contra la despoblación del Gobierno de Aragón, Javier Allué, considera 2019 será «con seguridad, el año de la reversión de las cifras de pérdida de población para las tres provincias».

Por provincias, Zaragoza y Huesca obtienen los datos más positivos. Teruel continúa perdiendo habitantes, pero también en este caso hay un dato esperanzador: es la primera vez desde el 2009 que deja de perder población en cifras de cuatro dígitos. En el 2018 se perdieron 506 habitantes. Aunque esto sigue siendo negativo, si se analiza la serie histórica se constata este freno a la sangría: se llegó a perder 1.022 en el 2017, 1.171 en el 2016 con el negativo récord del 2012, donde la caída fue de 1.805 habitantes. Los años 2012-2015 son los más nefastos en cuanto a pérdida de población en las tres provincias.

SECTORES ESTRATÉGICOS

Sobre este hecho, Allué explicó que la pérdida de población «es preocupante, pero las expectativas de creación de empleo derivadas del impulso a los sectores estratégicos nos hacen tener fundadas esperanzas en que las cifras de despoblación en Teruel acaben siendo positivas, al menos a nivel provincial y comarcal».

Por otro lado, Huesca ha ganado 127 habitantes, finalizando el año 2018 con 219.301 habitantes residentes. Hace 9 años que no se producía un incremento de población empadronada en la provincia oscense.

Zaragoza, como analizó el comisionado «ha crecido casi un punto de variación relativa con respecto a 2017. Las políticas de crecimiento se notan con mayor claridad en esta provincia, especialmente si se comparan los datos con los del periodo de la legislatura anterior». Ha ganado 8.038 habitantes en el 2018. En el 2017 perdió 1.387.

OPTIMISMO

A pesar de que los datos son positivos, Aragón cuenta con 731 municipios pero existen 1.600 asentamientos. Un asentamiento es un lugar en el que reside bien una persona o una comunidad. Igualmente se puede realizar una distinción entre municipios suficientes y municipios dependientes. Estos últimos, son aquellos en los que residen menos de 100 personas. Allué explicó que en Aragón «en torno a unos 190 son municipios dependientes, y hay que aportarles servicios públicos, ya que no deben de dejar de estar atendidos».

Los servicios básicos tienen un coste mayor en los medios rurales que en las grandes ciudades, pero como destacó Allué «coordinar todas las administraciones es fundamental y sobre todo, que haya estabilidad en los gobiernos». Gracias a esto, Allué considera que en la última legislatura se ha conseguido mantener más de 100 escuelas «proporcionando una gran ayuda a los padres que ven que pueden vivir y desarrollar su trabajo en las pequeñas localidades mientras sus hijos van a la escuela ahí y no en otros municipios más alejados».

Lo más importante para luchar contra la despoblación es poner medios para generar oportunidades de trabajo en diferentes sectores y así lograr aumentar la población, por lo que, como resumió Allué, se debe continuar «con las políticas de crecimiento socio-económico apostando por los sectores estratégicos» que son los que más aportan al medio rural «en términos de producción y creación de riqueza y empleo». Lo que significa continuar con la tarea de consolidación de los servicios públicos básicos y de igualdad de oportunidades.